Por:
Heriberto Castro
Se
llama Sota... con paso lento pero seguro, una jicotea de considerable
tamaño y aún sin nombre, recorría las calles de Villa Palmeras en
búsqueda de un oasis. Era de mañana y el tráfico, nada liviano. En
la zona, una rescatista presta a salir a una gestión se topa con la
extraña forma cruzando la calle en su dirección. El tráfico
detenido ante su lento paso, ella mira la jicotea paralizada ante el
desconocimiento de la especie. Repentinamente, uno de los conductores
detenidos sale del auto y toma a Sota por sorpresa al igual que a los
que observaban en la calle. El conductor la lleva a las proximidades
de la casa de la rescatista quién en clamor y asombro exclama...
“¿Pero
qué haces? ¡Esa jicotea no es mía!”
El conductor calmadamente le expresa: “Sí
señora, pero ¡iba para su casa!”
El conductor se monta en su auto aliviando a los conductores que se
encontraban ya en un tapón mientras que la átonita rescatista
comenta a los vecinos... “y
ahora ¿qué hago?”
Unos de los vecinos comenta... “Bueno
señora, esa jicotea viene por toda la calle preguntando donde es el
arca de Noé y creo que alguien señaló para su casa”.
Y es que la rescatista tenía en áquel entonces 14 gatos operados y
en lista para adopción. Sin ver opciones en su camino, la rescatista
adoptó la nueva especie la cuál fue acogida con agrado por los
felinos que observaban desde el balcón y una que otra ventana.
Esta
historia de hace dos años junto a varias otras sembró el
conocimiento en mí que son los animales quienes nos escogen, somos
meros vehículos para alguna enseñanza. Así lo fue Tiny... una sata
de hace años que un día se apareció en el portón de mi casa y a
quién al verla simplemente le dije... “vete
para tu casa que te ves bien cuidada”.
Ella se fue solo para regresar al otro día y encontrar que de algún
modo inexplicable había entrado por entre las rejas y ahora se
encontraba dentro de mi propiedad. Luego me enteré que su dueña era
una anciana que había muerto de cáncer dejándome sin alternativas.
Tiny pasó a ser elemento de enseñanza no tan solo para mí... tocó
la vida de muchos y hasta ganó un premio en competencia... claro,
competencia de satos pues aún hay división de clases entre razas
gracias al factor humano. Grandes enseñanzas trajo también Canela,
Pandy, Chiquita, Luna y Brando. Todos pasaron a mejor vida dejando
una estela de conocimiento, sensibilidades y desarrollo adquirido a
través de sus existencias.
Rescatada de meses, Luna aprendió "comandos" con solo hacer simples gestos. El más sorprendente... un día le dije brinca, me miró a lo lejos, corrió y brincó. En adelante, fue rutina a antojo. |
Y
si acariciamos el concepto de que los sabios son los gatos y los
perros, tengo par de historias de periquitos y gallos siendo la más
reciente la de Pelucha, una gallina que en mi caminar por el Condado
salió corriendo del otro lado de la calle para caminar junto a mí y
mostarme sus heridas aparentemente de alguna especie canina. Hoy día
Pelucha vive en un apartamento de Isla Verde y dicen que es una gran
mascota.
(Circunstancias
de su partida fueron muy triste al no tener la
oportunidad
de despedidas y no saber donde están sus restos.)
Mientras
algunos humanos vienen al mundo a traer cambios en maneras de pensar,
es mi opinión que todos los animales son agentes de cambios que
conducen a abandonar viejas formas de razonar y conducirnos. Nos
ayudan a trabajar con el dolor, sufrimiento, ignorancia y hasta los
miedos. Algunos pagan con sus vidas estas enseñanzas... y eso es
para mi angelical.
Maicera en "Danza Pájaros" |
Pero las palomas tenían una enseñanza para mí....
Teniendo
una semana cargada de elementos estresantes, llegó el esperado
sábado. Me presenté a la Plaza de Armas
lleno de emoción creyéndo que había llegado media hora antes
cuando me entero que la coreografía ya había pasado... había
llegado ¡media hora después!! Enterado de que había confundido el
horario... la tristeza sacudió mi cuerpo mientras oía comentarios a
diestra y siniestra de lo espectacular que había sido Danza
Pájaros.
De repente mi existencia en ese lugar parecía no tener sentido.
Encontrándome con la propia Petra Bravo, creo que mi rostro me
delató... “no
te preocupes, se repite mañana a las cinco”
dijo la experimentada coreógrafa.
De
ahí en adelante, mi alma deambuló entre eventos los cuales perdían
significado ante lo ocurrido. En el mar de los porques intenté la
instrospección esperando que el próximo día compensara la
desilusión con mi propio espirítu. Recogí lo que quedaba de mí y
me dirigí al Cuartel de Ballajá
en búsqueda del olvido.
Pero
es que la vida tiene maneras de hacerte llegar a la enseñanza...
donde quiera que me paraba escuchaba algún comentario sobre Danza Pájaros.
Beatriz Irizarry de paloma en DanzaPájaros. |
Y
llegó el domingo...
(repito:
la
vida tiene maneras de hacerte llegar a la enseñanza...)
No
permitiría la perdida de la función. En esta ocasión salí y
llegué temprano. Una inmensa paz se apoderaba de mi interior
mientras buscaba donde sentarme para aprovechar al máximo la
interacción de las especies. Vi donde se colocaban las palomas al
borde de la alcaldía Sanjuanera y pensando en la posibilidad de la
espectacular foto, me coloqué mirando hacia la alcaldía. Pasaban
los minutos y las expectativas crecian con cada latido... En esta
ocasión, la función sería a las cinco de la tarde, una hora más
tarde que el día anterior. El calor abandonaba la plaza y el fresco
de la sombra anunciaba la cercanía de la navidad. Escucho por
comentarios que para algunos presentes esta sería su segunda ocasión
a la experiencia. Observo que la mayoría del público se ha colocado
de espalda a la alcaldía y entro en pánico... quizás no estoy en
la mejor posición. Pero ya era tarde para cambiar de posición ante
el abarrotamiento del público. Confié en las fuerzas supremas que
tenían pleno conocimiento de lo que yo esperaba.
Posicionado en la parte posterior de la coreografía "frontal" de Danza Pájaros. foto: © Ricardo Alcaraz |
Ujieres
en blanco comienzan a barrer el área de la plaza despejando su zona
central donde ejecutarán la danza. Sonidos amorfos de ollas y
calderos dan comienzo a la creatividad. La instalación
representativa de una cocina de campo (basado en bodegón de F.
Oller) da pie a la interacción de dos personajes (Laura Martín y
Brenda Lee Morales) en su quehacer de la “finca del Barrio
Guaraguao”. Los estruendosos sonidos de los calderos (móvil) dan
fe de la agitada tarea que les atañe. Cinco maiceras (movedoras de
palomas) entran a escena y en un aparente esculpir, dan vida a los
personajes que representarán las palomas.
Función
del Sábado:
(Entrando
en el misterio y sus maneras de hacerte ver)
Ante
el maíz tirado por las maiceras de forma discreta, las palomas
comienzan su descenso desde la casa alcaldía ante el aplauso del
público. Los bailarines en representación de palomas, se dirigen a
husmear entre los músicos dejándole la plaza a las verdaderas aves.
Entran nuevamente los bailarines a escena provocando el vuelo de las
palomas que comían. Ante la interacción con las maiceras, los
bailarines comienzan en desplazamientos semejando la conducta de las
palomas acompañado de sonidos alusivos ingeniados por el talento
musical de Lizbeth Román y sus colegas.
Las
palomas humanas (bailarines) interactuán, entran en descanso,
despiertan, husmeán, se reagrupan y vuelven a descansar mientras
poco a poco las auténticas palomas comienzan nuevamente a bajar
paseádose entre bailarines. La suave música de cuna se torna en un
rugido instrumental provocando el movimiento dancístico mientras que
las legítimas palomas levantan el vuelo en total acuerdo uniforme
acompañado por la exclamación del público ante el coordinado
visual entre palomas y bailarines.
Formaciones
rectas y diagonales invaden el espacio, caracteristicas particulares
de cada paloma representada se torna evidente tanto en movimientos
como en su plumaje. Brincos y saltos en la plaza tornada palomar
parecen coincidentes y a la vez, particulares de cada ave...
paralelismo incuestionable cuando nos detenemos a observar desde un
banco el movimiento de las palomas cuando estan agrupadas.
Descripciones
de la pieza quedan cortas ante la sincronía de movimientos de
Beatriz Irizarry y Norberto Collazo con la de dos palomas cercanas al
dúo mientras estos simulaban el juego previo al aparamiento y el
clímatico momento donde un extenso grupo de palomas se cruzaron de
un lado al otro del improvisado escenario al filo del final
coreográfico. Aplausos estallaron en euforia mientras una moderna
interpretación de la pintura de Oller (de Marilis Pizarro) era
llevada al centro.
(la
enseñanza):
Sin
embargo, lo arriba descrito no fue presenciado por mí. Tuve una
variedad de testimonios y parte de un video que justificó
comentarios y sentires. Yo llegué a tiempo pero a la función del
domingo. Esta función en vez de las cuatro de la tarde, fue a las
cinco. Algo de aparente insignificancia... una tontería, menudencia
circunstancial. Sin importar advertencias y preocupaciones de los que
montaron la pieza, La gerencia organizativa había decidido el
horario del domingo y lo que el sábado fue a la luz del sol, el
domingo ocurrió en sombras.
Y
así como no podemos controlar la salida del sol ni su puesta, la
sabiduría de la naturaleza dictó la hora del descanso para las
palomas. Sin importar maíz tirado al suelo ni decepciones. Las
palomas quedaron como estatuas mirando desde la barandilla de la
alcaldía como unos danzadores se movían a lo lejos y un tumulto
observaba y aplaudía. Así como hubo acuerdo de reinos el sábado,
el domingo imperaba la naturaleza de cada cuál... quedando el
recuerdo del pacto sabatino que algunos pudieron atestiguar.
Perplejo
ante los hechos y la persistente búsqueda de los porques... fueron
varios los días de pura aceptación con destellos de reflexión. El
hecho es que nos movemos de una experiencia a otra desarrollando
nuestra fuerza interior y hay teorías que dicen que cada experiencia
tiene en su fondo la manifestación de una creencia aunque pensemos
que lo que nos pasa es pura casualidad. Si tomo como cierto que soy
responsable de cada experiencia manifestada, ¿qué pasó en Danza
Pájaros? ¿Por qué me perdí un evento que esperé por una semana
con tantos deseos? Esos pensamientos opuestos me llevan a
reflexionar.
Pese
a que el evento fue uno de carácter sencillo, había trascendido a
mi conciencia de manera funesta. Re-evaluando lo que uno es, me
preguntaba sobre la importancia del espacio de En
La Punta del Pie
y su función documentalista. Ante el enfrentamiento de ideas, mis
acciones revelaban el conflicto pasando desapercibido ante mi
conciencia. Pero las experiencias llegan para enseñar lo que uno
piensa... sin haberme percatado, el encuentro de reinos en Danza
Pájaros
se manifestaba paralelo al confrontamiento de percepciones que
padecía en aquel momento. Ante el conflicto que por poco pasa
desapercibido y sin tener conciencia del momento, confundí el
horario del sábado y me coloqué de manera errónea el domingo para
la apreciación gráfica de la pieza. Así como Cristina Lugo y James
Thomas bailaban dentro del arco de la estructura de la plaza
simulando una pelea de pájaros en una jaula, mi mente luchaba por
defender el valor del espacio de En
La Punta del Pie.
Manifiesto
que uno es lo que es ante el cúmulo de experiencias vividas,
valorizando las mismas en el aprendizaje adquirido. El tiempo me ha
enseñado que estoy donde debo estar y ese momento tiene su función
que me lleva el ejercer lo que haya que hacer. Aceptar la importancia
y el valor de este aspecto de mi vida ha tenido sus altas y bajas en
el quehacer de En La Punta del Pie y lo abstracto que pueda ser el
espacio cibernauta. El desarrollo del espacio ha sido desde una
plataforma de humildad con la simple creencia de estar poniendo mi
granito de arena en la historia de una pasión: la danza.
Pero
la duda de mi empeño no me dejaba ver otra Danza de Pájaros…. la
reinita que hace meses, entra todos los días por mi balcón a la
misma hora... 11:30 de la mañana. El pájaro, con el pecho de color
amarillo intenso, me mira y sin importar mi presencia, escudriña un
rato los alrededores mientras canta. Su canto me centra….Si me
muevo mucho, se va... si permanezco tranquilo, comparte el espacio en
ocasiones hasta 7 minutos. Es un detente y deléitate en el presente.
Créditos
de Danza
Pájaros:
Dirección
y concepto: Petra Bravo
Coreografía:
Beatriz Irizarry, Norberto Collazo, Petra Bravo.
Pintura
basada en obra de F.Oller: Marilis Pizarro
Maquillaje
de palomas: Varones-Eliezer González / Feminas-Marili Pizarro
Bailarines:
Cristina Lugo, Beatriz Irizarry, Norberto Collazo, Marilis Pizarro,
Angel Rodríguez, Brian Vargas, James Thomas.
Maiceras:
Laura Martínez, Brenda Morales, Michelle Marie Rodríguez, Virgin
Ruiz, Giovanna Sosa.
Músicos:
Lizbeth Román, Rafael Torres, Georgina Nifosi.
Instalación
basado en Bodegón de Francisco Oller: Pepín Lugo
Video “You Tube” (parte de la pieza): José Luis León
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