El
pasado 13 de diciembre PISO proyecto
(dirige Noemí Segarra) se activó en Trastalleres
frente al Departamento de la Comida en lo que fue su 2do Maratón de improvisación en la acera
(4-8PM). PISO
proyecto
utilizó como piso los tablones que limitan el espacio de movimiento,
y yo no pude evitar entrar en analogías. A pesar de las limitaciones
que enfrentamos en nuestras vidas, si creemos que podemos ser
inspirados por lo divino, nuestra mente, corazón y cuerpo buscarán
la forma de manifestarse; viajando al interior para encontrar
alianzas que conducen al camino de la creatividad.
Al
filo del atardecer Tito y Los Pleneros
llegaron con su rumbón... y al son de parranda atravesaron los
callejones del barrio arrastrando consigo a los participantes del
evento. El avivamiento de las familias en los balcones provocó el
aplauso rítmico del coro (“...y
te deseamos mil felicidades”)
mientras Tito improvisaba vocalmente sobre los elementos visuales que
encontraba a su paso.
Una
vez llegaron al Departamento de la Comida, el maratón continuó
dentro de sus facilidades. Allí, la música de antaño que tocaba la
radio acompañó los movimientos, haciendo el final de la velada uno
de mucha paz y calma.
Participaron
mientras estuve presente:
Ana
Cristina Rodríguez
Iván
Acosta Dos Santos
Awilda
Rodríguez Lora
Alejandra
Martorell
Cora
Alemán
Esther
Planas
Noemí
Segarra
En
La Punta del Pie
se une a la intención de Piso proyecto
y Tito junto a Los Pleneros en desearles a todos mil felicidades. Que
las bendiciones del Creador colmen este nuevo año, y que todos
disfrutemos de mucha paz, salud y amor.
En
plena temporada navideña, cuando las compañías de danza presentan
su tradicional Cascanueces
o, a manera de contraste, sus piezas artísticas alusivas a la
celebración puertorriqueña de la natividad, CoDa21
madrugó con una propuesta hasta entonces desconocida en los teatros
de Puerto Rico: la escenificación en ballet de la historia de Peter Pan.
Bajo la dirección artística de Denisse Eliza, quien también
interpretó a la juvenil Wendy Darling, el Centro
de Bellas Artes Luis A. Ferré
albergó una aventura mágica, repleta de color, de fantasía, de
humor y sobre todo, atractiva para grandes y chicos.
Wendy (D.Eliza), Michael (Ricardo Irizarry) y John Darling
(Christian Chaparro) junto al perro de la familia Nana (Omar
Nieves) se divierten ante la salida de sus padres al teatro.
Inspirada
en el relato original del escocés James Mathew Barrie, allá para
1904, la Compañía
de Danza Siglo 21
(CoDa21)
convirtió a sus bailarines y colaboradores en un elenco de niños
perdidos, de piratas, de criaturas ensoñadoras y hasta de animales.
Impulsada por la satisfacción que brinda conquistar al público y
colmar la Sala de Festivales del teatro, CoDa21
asumió efectivamente los desafíos de una producción ambiciosa con
las complejidades técnicas de Peter
Pan.
La
escenografía y el vestuario, cortesía del Cincinnati Ballet,
contribuyeron a lograr una puesta en escena esplendorosa, uno de los
aciertos de la producción artística. El efecto del vuelo de algunos
de los personajes fue en sí mismo un espectáculo fenomenal.
Amarrados con cuerdas transparentes que eran manipuladas tras
bastidores, Peter Pan y los niños de la familia Darling se elevaban
en el aire y atravesaban el escenario, asombrados ellos también
mientras parecían desafiar las leyes de la naturaleza, haciendo las
morisquetas propias de los personajes que interpretaban. Como era de
esperarse, las expresiones de admiración de la audiencia infantil
impregnaron el aire con la ilusión de los niños ante los mundos
fantásticos.
Maykel Acosta,
bailarín invitado, estuvo estupendo en su caracterización de Peter
Pan. Fuerte y resuelto, persuadió al público con su capacidad
histriónica y su dominio técnico, y triunfó como protagonista de
la inocente historia. Las bailarinas que interpretaron en zapatillas
de puntas a las Tinkertots y a las Indias del Clan Piccaninny, se
proyectaron adecuadas y bien ensayadas, mientras que los Piratas,
varones todos, lucieron atractivos, convincentes, como bárbaros
imprudentes e intrépidos. Se destacó particularmente Omar Nieves,
quien se desplaza en escena con gran soltura y arrojo. Los niños
perdidos, a cargo de Vesna Lantigua, Roberto López, Adriana Aybar,
Arleane López, Ryan Carroll y William Blanken, entre asustadizos e
ingenuos, brillaron por su aura infantil. Los hermanitos Michael y
John Darling fueron representados por Ricardo Irizarry y Christian
Chaparro, respectivamente, y Ana Victoria Fridman fue una Tinkerbell
ideal. La nota simpática estuvo a cargo del perro Nana (Omar Nieves)
y el cocodrilo (Militza Arzola), mientras que el antipático Captain
James Hook fue caracterizado por Jesús “Pito” Miranda.
Ana Victoria Fridman como Tinkerbell
Capitán Hook (J.Miranda) en manos
del cocodrilo (Militza Arzola)
Canchani como Mary Darling
A
pesar de que los integrantes de CoDa21
han probado en innumerables presentaciones su calibre técnico y
artístico, el protagonismo de esta producción recayó más en la
puesta en escena que en el dominio de sus bailarines. Cabe destacar,
sin embargo, el magnífico trabajo de la veterana Rebeca Canchani en
su papel de Tiger Lily. Canchani, quien nos tiene acostumbrados a
presenciar su maestría… una técnica impecable, un excelente
dominio y balance del cuerpo, esa facilidad con la que parece
ejecutar los pasos, continúa sorprendiéndonos, muy a pesar de las
lesiones que ha sufrido, propias de esta profesión.
Vesna Lantigua y Roberto López como niños perdidos.
Ryan Carrol y Adriana Aybar / Niños Perdidos
Arleane López & Adriana Aybar
La
coreografía de Peter
Pan
estuvo a cargo de Septime Webre, coreógrafo y director artístico
del Washington Ballet.
Quique Benet realizó la iluminación y ARTTE fue responsable por el
sonido y los trabajos de tramoya, con Aníbal Rubio como regidor de
escena.
CoDa21
está compuesto por Rebeca Canchani, Denise Eliza, Ana V. Fridman,
Vesna Lantigua, Roberto López, Jesús Miranda, Omar Nieves y Adriana Aybar.
Felicitamos
a Denisse Eliza y al equipo de trabajo de CoDa21,
incluyendoa
Lourdes Gómez como su Ballet Mistress, por triunfar en esta
producción de altos vuelos. Un teatro colmado de niños, una
atmósfera mágica, y un público en franco disfrute fueron las
muestras definitivas del éxito de Peter
Pan.
Dividido
en tres obras cortas y dos intervenciones aún más breves,TIRALO AL MEDIOtraspasa
el umbral de la pretensión para ser agente cautivador en una hora de
puro entretenimiento pensante, presentando planteamientos universales
de manera sencilla, sacudiéndonos a través de la risa bajo el
cálido manto de la empatía.
La
velada comenzó con la propuesta de Lizbeth RománCon
la luz apagada. En
ella, Román nos presenta un diálogo que entrelaza lo verídico con
lo irreal en metáforas de inquietudes sobre la vida misma.
Utilizando el uso del movimiento corpóreo, el canto, la iluminación
y el gesto inesperado, Marili Pizarro y Cristina Lugo cautivan la
mente del observador, convocando la atención al parlamento aún en
los momentos en que la risa nos distrae. Admitiendo mi parcialidad
(ya que siento un gran interés por los temas del texto de Román),
aplaudo la genial integración de la coreografía (autoría de
Pizarro y Lugo), y la sorpresa de la melodiosa voz de Pizarro en la
pieza.
La
existencia humana está llena de enigmas que muchas veces no podemos
develar.Con
la luz apagadacircula
dentro del contexto de algunos de ellos, y aunque parece hacerlo de
forma liviana y sin resoluciones absolutas, hace planteamientos
rotundos por medio de la frase metafórica o los símbolos
solapados.... “no
hay ventanas en el paraíso... solo murallas de flores que dividen el
jardín paradisíaco del sitio infernal.... {y estamos en el medio}”.
Como
si los enigmas no fueran suficiente, la trama nos lleva a un
desdoblamiento del proceso y a la destrucción del rol del público
como espectador anónimo cuando los personajes se “dan cuenta” de
que no están solos y de que un público los rodea (“… ¡Estamos
en el sendo medio!”). Entonces, pasamos de un rol pasivo a un rol
activo y la trama nos lleva a cuestionarnos los personajes…por qué
están allí… Añadiendo capas al asunto del “qué dirán”,
está la
realización de que hemos perdido la ruta… ¡No hallamos el camino
y estamos perdidos en nuestra propia humanidad! Si bien parece
complejo lo planteado, la genialidad deCon
la luz apagadaes
que todo ocurre en el contexto de la risa y el movimiento divertido.
A
manera de intermedio, Coral Alemán interpretóLa
menos querida,
concepto de Marili Pizarro. En medio de la oscuridad y un contraluz
de barra de mala muerte, aparece un personaje femenino, cerveza en
mano y rostro amorfo. Bajo los distorsionadamente
lentosacordes
deNosotros(La Sonora Ponceña), el personaje ejecuta movimientos de provocativa
sensualidad para ser luego arrastrada hacia la parte posterior del
escenario donde evidentemente está siendo maltratada- un juego de
sombras lo evidencia. Repentinamente, el personaje regresa al medio
del escenario y baila bajo luces intermitentes al son del tema
musical deSuperXclusivo,y
nos damos cuenta de que el personaje tiene similitud con… ¡La
Comay! Reímos sin saber por qué, pero evidentemente se debe a las
asociaciones que en segundos hacemos con la afamada muñeca. Sin osar
definir la interpretación de la pieza, sólo sugiero que el maltrato
presentado abarque connotaciones sociales más allá de las de
pareja. (Ver
nota al final*)
Así
llegamos al solo de Cristina Lugo, “Cristi’s
very serious dancing nonsense series #2 nov. 2012”
(simplemente porque suena mejor en inglés.... oEl
bailecito de Cristi).
Inspirada con sencillez en los diferentes estados mentales diarios y
el lidiar con los límites auto-impuestos, “Cristi’s
very serious dancing...”
a mi juicio, abandona el terreno de serEl
bailecitopara
profundizar en una seria propuesta de reavivamiento de la mente, el
corazón y la vida.
Ante
el cambio,
tendemos a reaccionar con la negación y nos cerramos a las
posibilidades, sin entender que el cambio es el engranaje que la vida
provee para llevarnos a la evolución. La única manera de brincar al
próximo nivel... es brincando; y cuando la vida decide movernos,
aunque resistamos, nos moverá de cualquier manera. La resistencia
sólo nos cierra el corazón y el entendimiento. Sé que las
interpretaciones dependen de las vivencias de cada cual, pero para
mí, éste es el tema central de “Cristi’s
very serious dancing...”.
El
comienzo es dramático...
en la oscuridad se abre una puerta con un pequeño halo de luz... una
figura alargada y cubierta por una tela traspasa el umbral para
desplomarse mientras que otra figura cierra la puerta... ¿No es ésta
la trama de la vida misma y los procesos evolutivos? En la vida se
abren puertas mientras se cierran otras...
Frases
musicales repetitivas de la música estridente de Sketch (“Fuck
it”),
contorsiones, contrapesos y el mugir del cuerpo mientras batalla con
la tela negra que le sirve de vestimenta marcan el dolor del
crecimiento al abandonar las emociones negativas para
transformarnos... ajustando realidades, monitorizando nuestro avance
en el proceso interior de lucha contra las actitudes mentales
paralizantes, en que es preciso creer en uno mismo.
En
la penumbra, el personaje se encuentra con la luz, aparecen los
sabios... La torsión brusca de los músculos y la deslumbradora
realidad atestiguan el reto del camino a recorrer y la necesidad de
creer en nuestro propio valor… el camino a la verdad no siempre es
fácil. Pero ajustar el pensamiento, manteniendo la autenticidad a
medida que reconocemos nuestra fortaleza, no garantiza que las cosas
salgan bien. La batalla es continua, y los detractores no son más
que aspectos de nuestra sombra, que troncha nuestras posibilidades
valiéndose de nuestros miedos (tela negra).
Finalmente
el personaje enfrenta su realidad con una mirada distinta, se para de
cabeza y cambia su perspectiva. Baila con sus miedos, los acepta y se
libera desgarrándolos de su cuerpo... dándose una nueva oportunidad
al profundizar en sus propios errores. El
idioma del movimiento tiene múltiples niveles, mientras las palabras
están condenadas a un poder relativo que en momentos críticos nos
falla. Entonces recurrimos a otros idiomas, y el del movimiento es
uno poderoso. Más allá de la palabra y sin saber si fue
intencional, Lugo jugó con el alfabeto de la vida en “Cristi’s
very serious dancing...”
para representar lo que con tanto dolor vivimos... el crecimiento y
la evolución ligada a la flexibilidad de nuestro pensamiento. Tal
acción es digna de ¡un gran aplauso!
Nota
al calce... mientras escribo sobre esta pieza, “Cristi’s
very serious...”se
ha develado una verdad de mi propio proceso: creyéndome abierto a
las posibilidades, se ha desnudado la realidad de que aún quedan
miedos propios por desgarrar. Intentaré una mirada distinta. Gracias
por el regalo; de seguro no estaba en tu libreto.
La
sección de Lugo finaliza con un segmento de relajamiento cómico
denominadoLa
ÑapaoBailecito
de las 3(Román,
Lugo, Pizarro) seguido por el “Lightshow”
de Pedro Iván Bonilla. Como el elemento sorpresa es parte de su
magia, me limitaré a expresar su efectividad…opino que Tíralo
al mediodebe
llegar a más público- con la salvedad que el espacio que ofreció
laSala Teatro Beckettpara
esta presentación mostró ser quizás insuperable.
El
cierre del programa estuvo a cargo del breve musical,Estocolmo:
“...me
dijeron que no está fácil hacer teatro,
que
era mejor esperar chavos de árbol crecer
pero
tenemos una causa ajena......
…........
y queremos ver la isla crecer.”
-Marili
Pizarro
Pese
a la nueva tecnología que acerca territorios y naciones, vivimos en
un mundo roto y dividido. Nos dividen la política, la religión, el
género, los temperamentos, y encima nuestras heridas. Este
separatismo degenera en malos gobiernos, desempleo, intolerancia y
crimen. La noción ingenua de que como seres humanos tenemos las
herramientas para encontrar la unidad nos ha fallado y desde la
impotencia, sólo resta pedir ayuda de las energías superiores. He
aquí el valor del quehacer artístico; tema de la pieza
finalEstocolmo...
concepto y dirección de Marili Pizarro.
Me
explico... El artista escoge los procesos pasados y los transforma
para ofrecernos una propuesta que nos conduzca a la introspección, a
una nueva forma de pensar, y en ocasiones, a romper paradigmas. El
artista se convierte en mensajero... ya sea de su consciencia, de
Dios o del universo. Sabe que el propósito del mensaje y el trabajo
de llevarlo a cabo está fuera de sus manos, pero lo hace porque
tiene que hacerlo, honrando su responsabilidad única de hacer
entrega a quien lo reciba. Cumplida su misión, los cambios internos
pertenecen a lo divino.
Con
composición musical de su autoría, Pizarro entra en el mundo de la
entrega a través de la lírica, que toma fuerza a medida que
elementos musicales y personajes del ambiente artístico se añaden a
la pieza. El contenido serio es tratado nuevamente de forma
refrescante y entretenida, y lo que en un principio parece una
propuesta derrotista resulta ser un grito de guerra, valor y
perseverancia. A pesar de los contratiempos y la necesidad económica,
queremos la evolución del pueblo, el despertar de consciencia...
¡queremos
ver la isla crecer!
Aplaudiendo el pensamiento
crítico, destaco la melodiosa voz de Pizarro, que me tomó por
asalto y facilitó mi atención al texto de la canción. Colaboraron
musicalmente Lizbeth Román, César “Manny” Noble Medina, Amanda
N. González e interpretaron Lizbeth Román, Marili Pizarro, Cristina
Lugo, Coral Alemán, Manny Noble, Natalia Delgado y Amanda González.
*Nota:
Y…la
realidad es más extraña que la ficción
Redacté
este escrito la noche que vi la función del 10 de noviembre. Hoy 6
de diciembre,La
menos queridapero
más aclamada en “ratings”,La
Comay,
se enfrenta al escrutinio público una vez más.... y de manera
misteriosa, el concepto de Marili Pizarro (La
menos querida)
adquiere dimensiones místicas. La asociación de la afamada muñeca
con el mundo de la prostitución y el desprecio de la vida a través
del maltrato tiene hoy rasgos de vaticinio, abandonando el campo del
paralelismo lírico.
Ante
lo declarado por uno de los involucrados en el asesinato del
publicista José Enrique Gómez Saladin, varios programas radiales
hicieron referencia al caso como una radiografía exacta de lo que
está sucediendo en nuestro país. Ante la posibilidad de que esas
declaraciones fuesen ciertas, no hubo grandes reacciones hasta que
intervino Antulio “Kobbo” Santarosa con su personaje deLa
Comay.
Sus comentarios, lejos de ser una crítica compasiva abierta a la
posibilidad del entendimiento, estuvieron cargados de prejuicios, lo
que puso a La
Comay en el centro de la discusión pública... y en la mirilla de los
acontecimientos. He aquí el vaticinio deLa
menos queridacuando
al final de la pieza, el personaje termina bailando alocadamente en
medio del escenario ante el estruendo de la música deSuperXclusivo
bajo la irritante luz intermitente y el escrutinio del ojo público
(audiencia).
Ayer,
varias compañías retiraron sus anuncios del programa ante la
avalancha de reacciones a través del grupoBoicot a la Comayen
Facebook y Twitter, entendiendo que el programa promueve una cultura
de odio. El juicio y la crítica denigrante en las expresiones
referentes a la calle Padial, la prostitución y la homosexualidad
tuvieron su costo.