lunes, 23 de febrero de 2015

Del Tango y el mundo de la conexión


por Heriberto Castro



El mundo no se conecta por móleculas.
Se conecta a través de las ideas, esperanzas,
miradas, sueños, acciones, historias y memorias.

Barrie Sanford Greiff









Fue en febrero del pasado año cuando escuché por vez primera de un grupo de apasionados que se reunirían en una playa de Isla Verde para bailar tango junto a las olas de la orilla durante un fin de semana. La actividad tendría cada noche una tradicional milonga que se extendería pasadas las tres de la mañana. En aquel entonces percibí la actividad como una quizás desesperante, y me preguntaba quién en su sano juicio querría bailar por tantas horas. La curiosidad en aquel momento sólo consiguió capturar momentáneamente mi atención cuando viera una que otra foto a tráves de las cuentas de FaceBook. Aún así, las fotos en aquel momento carecían de sentido para mi, y sólo pude apreciar la evidente felicidad que experimentaban los participantes. Pero la vida es una caja de sorpresas llena de círculos y aparentes coincidencias...


Procesos internos y personales con el movimiento tuvieron su coyuntura con el género del tango meses más tarde. El intento de cambiar la manera de hacer las cosas me llevó en el mes de octubre del 2014 al Puerto Rico Tango Festival (4ta edición) celebrado en el Viejo San Juan y ahora en febrero del 2015 a Casa Cuba, donde me vi en el corazón del segundo Puerto Rico Tango Marathon... no para ser simple espectador con ínfulas de documentalista, sino como participante activo con sus glorias y sus penas.



Erase el viernes 13 de febrero a eso de las 2:30 de la tarde cuando caminaba rumbo a Casa Cuba anticipando lo que sería bailar tango en la arena mientras las olas acarician la piel. Si bien es cierto que la experiencia podría facilitar la confraternización, la mente parecía confabular con la aprensión y mi conciencia se mantenía distante del evento.



Sin embargo, no hubo mucho tiempo para razonamientos... Luego de varios saludos dentro de las facilidades, miro hacia la playa que se encuentraba bajo el manto gris de lo que parecía “mal tiempo”. Algunos de los asistentes internacionales bailaban al son del tango; algunos con ropa, otros con traje de baño. El viento se tornaba frío y una leve lluvia comenzó caer. Los pocos “locales” que estábamos presentes en ese momento asegurábamos que no nos ibamos a mojar --pese a que ya estábamos en traje de baño. Algunos no podían arriegarse a un catarro, otros no querían mojarse el pelo. Como quiera que fuera... la parálisis parecía apoderarse de la representación boricua que se iniciaba en el palpitante camino del tango.

De manera repentina, un ritmo particular de una melodía tangosa nos sacudió. Miré a una de mis compañeras de clase, quien a su vez ya me estaba mirando. Lo implícito no se pregunta. Aún así, uno de los dos extendió la mano y allá fuimos. El sonido del viento perecía complementar aquella tonada y mientras los pies caminaban acompasadamente sobre la arena, pequeños movimientos de adornos en los pies de mi compañera chocaban contra las olas que lograban llegar hasta nuestros cuerpos. Atrás quedó el prejuicio y la sospecha de que sería difícil bailar al son de la naturaleza.

La Chacarera






















Mientras aquel tango llegaba a su fin, la lluvia apretaba. El viento frío se hizo más fuerte y tanto yo como la chica con quien bailaba (Belkys Yaritza Barbosa) estábamos convencidos de que había que cobijarse. Súbitamente, se escuchó el ritmo alegre de una chacarera. Todos sonreímos bajo aquella intensa lluvia. El fervor se apoderó de la masa y con una espectacular sonrisa de quienes asegurábamos no nos mojaríamos, el espíritu danzante se adueñó de todos los cuerpos. El ritmo se tornaba rápido.... Zapateos de pies descalzos chapoteaban en el agua, lanzando chorros a diestra y siniestra; vueltas y medias vueltas con miradas fijas a la pareja mientras las sonrisas se convertían en carcajadas ante el reto de mantener el ritmo cada vez que llegaba una ola, la arena aguantaba los pies o la lluvia nos cegaba los ojos.


La creciente risa de aquella tarde tuvo un poder revelador. El aparente gris de lo que parecía ser “mal tiempo” se tornó en el día más brillante a causa del disfrute de la conexión de los allí presentes: aún en las peores circunstancias podemos encontrar lo mejor de nosotros si abrimos nuestro espacio para el regocijo. Así, la experiencia de aquella tarde se tornó liberadora. Atrás quedaron los pesares abriendo mis ojos a la posibilidad... y con la posibilidad, la aventura, la hazaña.



Al día siguiente, la noche tenía guardada para mí lo que sería mi mejor tango del evento... y de mi trayectoria tanguera hasta el presente.




















Como llevo poco tiempo tomando clases de tango y venciendo ciertas limitaciones físicas que ignoraba poseer (tema de otro escrito), me considero afortunado cuando de vez en cuando puedo sostener una caminata básica sin traspiés. Como todo principiante, me resulta más cómodo observar a los bailarines de mucha experiencia desplazarse por la pista que bailar.

Pero hay que asumir responsabilidad cuando uno encara un proyecto personal... no puede uno quedarse sentado y entumecido, la vida nos pone aliados para desempolvar la mente de los obstáculos imaginarios. Cuando aún no sabía si tomaría las clases de tango y me dedicaba a caminar intentando seguir el ritmo de la música bajo la tutela del maestro David Juarbe, aparecieron los aliados: Micaela Colleen Barret y Alberto Ramos. Con cierta humildad Alberto se acercó a mí y al abrirle el espacio para consejo, con una palabra cambió mi perspectiva de la caminata. Al terminar de caminar en esa ocasión,
Micaela se paró frente a mí, extendió sus brazos y me invitó a bailar.

En aquel momento, los esquemas se rompieron y el movimiento de la caminata elevó su nivel ampliando mi perspectiva. Fue ese el momento en que decidí que ya no caminaría para mejorar mi coordinación... decidí que aprendería el arte de bailar tango.






















Ahora vuelvo al tema de lo que fuera mi experiencia clímatica durante el PR Tango Marathon... El sábado 14 de febrero me vi tentado a mantenerme como espectador luego de documentar con mi cámara la noche de la milonga denominada “Milonga del Amor”. No recuerdo la canción seleccionada por el DJ Robin Thomas, pero si que los bailarines de la noche se movieron de inmediato a la pista. Yo observaba el fervor de aquel momento al igual que la inmensidad de público presente. En una esquina de la sala y de pie, podía contemplar las caras de perfil de los que observaban la pista... parecían igualar en número a los que se movían en ella. En medio de todas los rostros que miraban a la pista uno me miraba a mí. Era Micaela. Pensé que observaba algún detalle de mi camisa o quizás a alguien detrás de mí. La distancia era considerable, pero era indiscutible... en medio de un mar de gente, su mirada precisa se encontraba con la mía.

Pensé en la posibilidad de que aquellos ojos claros estuviesen en el proceso de un cabeceo (invitación a bailar) pero la posibilidad solo cruzó en mi mente de manera fugaz dada mi limitada experiencia y sus avanzadas destrezas. Súbitamente y de manera serena, aquellos ojos claros se movieron en un tenue gesto. Si, oficialmente Micaela me estaba invitando a bailar y la precisión de su mirada no permitía dudas. Acepté quizás agarrado de aquel sentido liberador experimentado en la chacarera de la playa... la entrega al disfrute y la renuncia a los prejuicios del si “puedo o no puedo”.

Cuando ahora revivo el dirigirme hacia ella en aquel largo trayecto... pensaba que de seguro sería como el encuentro de La Bella y la Bestia...(obviamente sabemos quién es la bestia del relato- y no por lo feo sino por mi torpeza de novato). Pero aquel caminar hacia ella, de manera peculiar, no tenía peso y creo que desde ese momento y a pesar de no haber llegado a la pista ya estábamos bailando, pues mi mente había entrado en el trance libre de pensamientos y juicio.


Micaela Colleen Barret






















Una vez en la pista el mundo dejó de ser lo conocido hasta entonces. Conectados a través del abrazo cerrado, dejé de ser yo para ser nosotros y dada la experiencia de Micaela, me torné en receptáculo de su maestría. Los espíritus que bailaban en aquella pista transmutaron al plano de la consciencia cósmica. Yo seguía el movimiento circular de la milonga dejándome llevar por las señales que mi piel percibía....no tengo recuerdo de mirar a nadie. Recuerdo mirar hacia dentro y sentir cómo se magnificaba la música con cada uno de nuestros movimientos. Mi acostumbrado caminar lineal se tornó circular y mis pequeñas invitaciones al movimiento eran recibidas e interpretadas casi antes de terminar de hacerlas; Micaela respondía con fluidez. En muchas ocasiones, sus respuestas me tomaban por asalto, y me obligaba a buscar dentro de mis entrañas algún otro movimiento que se acomodara a su respuesta para comenzar de nuevo el ciclo con cada compás. Las variaciones de la cadencia se extendieron en pequeños pasos y los sentidos se agudizaban. El olfato se afinaba y su fragancia se tornó en instrumento para predecir súbitos giros. Experimentando por primera vez la improvisación entre dos, nuevamente el maestro inspiró al estudiante. Habían pasado meses desde nuestro primer encuentro...y luego de una larga estadía en Argentina junto a Alberto, Micaela regresaba para provocar el mirar hacia dentro nuevamente, elevando mi experiencia y cambiando mis percepciones. Lograba devolverme el interés que creí perdido. Hizo evidente que en el mundo del tango (al igual que en la vida) lo más importante es la conexión. Hago público mi profundo agradecimiento a Micaela: Gracias por devolverme a la magia del tango...



Las actividades oficiales del maratón de tango se extendieron hasta el domingo 15 de febrero. Extra-oficialmente, los próximos cinco días estuvieron cargados de mucho tango. El martes 17 se llevó a cabo la milonga Survivors Milonga Tangozando en La Casa del Tango y el miércoles un Tango Flash Mob donde los organizadores del maratón (Y Entonces... Tango) participaron en la actividad denominada IV Jornada de Humanidades es Arte y Cultura que organiza la Red de Proyectos Interdisciplinarios de la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Esta jornada, que se celebra en los espacios abiertos adyacentes al Cuadrángulo histórico de la UPR (Recinto de Río Piedras), contó este año con el tema de Sonido, Imagen, Cuerpo y Letras. Dada la coyuntura de la visita de bailarines internacionales y el furor arrastrado por las largas horas de tango, Y Entonces... Tango tuvo el honor de participar en dicho evento con una demostración del género en la rotonda adyacente al Departamento de Drama.

El jueves los milongueros regresaron al Restaurante Triana en el Viejo San Juan para la Milonga Colonial que organizan Juan Rosa y Rut Riv, creadores del Puerto Rico Tango Festival mientras que el viernes, la milonga de despedida de los últimos sobrevivientes del maratón lo fue en la Plaza de la Barandilla (Milonga en la Plaza), con música de DJ Tai, la organizadora del Puerto Rico Tango Marathon. 



DJs a cargo de la música:



DJ Milton el Gallo
miércoles 11 de febrero.............. Milonga Pre-maratón         DJ Rick Kim

jueves 12 de febrero................... Milonga de Bienvenida      DJ Milton el Gallo 

viernes 13 de febrero..................“Beach Party Milonga”       DJ Momo Smitt 
viernes 13 de febrero.................. Milonga Buenos Aires       DJ Xavier 
sábado 14 de febrero.................. “Beach Party Milonga”      DJ Marc Hussner
sábado 14 de febrero.................. Milonga del Amor             Djs Tai Maria & Robin Thomas
                                                                                         





DJ Tai Maria
domingo 15 de febrero............... “Beach Party Milonga”              DJ Adam Hoopengardner
                                                                                           

domingo 15 de febrero............... Milonga del Adiós             DJ Avik Basu


martes 17 de febrero................... Milonga Tangozando              DJ Vanja Modzelewski
                                                              
jueves 19 de febrero................... Milonga Colonial              DJ Cenker Uzun

viernes 20 de febrero.................. Milonga en la Plaza          DJ Tai Maria




DJ Mark Hussner
DJs Momo Smitt & Vanja Modzelewski


















Para más fotos: www.facebook.com/hcastro007