“El
camino que escojamos para ver el mundo
crea
el mundo que vemos.”
Cuerpos (No) Mienten / Coreografía: Ana Sánchez-Colberg / foto: ©Heriberto Castro |
Frente
a la persistente metamosfosis de la danza moderna, la noche del
sábado 21 de abril en el Centro de Bellas
Artes de Santurce contemplé el nacimiento de una nueva
actitud... otra mirada al complejo arte del baile, CoDa 21
(Compañía de Danza 21). Al menos con una planta baja de la
Sala de Festivales abastecida, la excelencia de sus
integrantes tuvo su encuentro con la lluvia de aplausos ante
extraordinaria presentación.
Nutriéndose
de colaboraciones y talleres en el extranjero, la compañía fundada
cerca de un año arranca con el estreno de la veterana coreógrafa
Ana Sánchez-Colberg, Cuerpos (No) Mienten. En singular
interacción, sus integrantes juegan con la construcción y
demolición de patrones que muy bien pueden ser representativos de la
vida misma ante los vaivenes de la propia existencia. La exploratoria
del cuerpo dentro del detalle mismo del movimiento nos guía al
conflicto, al juicio, la duda... destrucción y construcción. Si los
cuerpos no mienten, el diálogo entre la consciencia se convierte en
mero ejercicio del intelecto. Al final, el cuerpo tiene su propia
inteligencia interpretando los procesos del individuo y del conjunto.
La música toma particular relevancia ante sonidos y efectos que
delatan la intención de la pieza cuyo protagonismo queda plasmado
ante dos pianos de cola a cada extremo de la parte frontal del
escenario. En ellos, el pianista y compositor de la música para la
pieza, Kiriakos Spirou (origen griego) y en el otro el músico e
ingeniero de sonido Matthijs Van Wageningen (the Netherlands). La
compleja propuesta se perfila evidente ante el sencillo comienzo de
siete bailarines de espalda con unos cercos de luz en el suelo en
dirección hacia la oscuridad del fondo del escenario mientras la
música experimental de Spirou dicta la dirección del movimiento de
cada cuerpo determinando el conflicto. La profundidad de
Sánchez-Colberg toca puntos de nuestra consciencia, que sin querer,
tiene la posibilidad de sucumbir en las propias conecciones del que
observa. Desconociendo el por qué, terminamos fascinados como si
nuestros cuerpos conectaran con los procesos del que baila.
Irremediablemente, nos arrebata los aplausos.
Nexo / Coreografía: Carlos Veitía / ©Heriberto Castro |
Quizás
con la intención de relajarnos ante la intensidad de Cuerpos...
la segunda propuesta nos invita a la sonrisa placentera del baile por
el baile y la música por la música. El maestro Giovani Hidalgo
interpreta la música de Tito Puente con el desplazamiento de Denisse Eliza en un reto alusivo a la bomba puertorriqueña en Nexo.
Con una tónica liviana, la fluidez y mezcla de estilos de la danza
se enlazaron con el crujir de los cueros logrando, más que un reto,
un pacto entre el bailarín y la conga en la coreografía de Carlos Veitía convirtíendose en compinche a la alegría y el placer de
hacer lo mejor que cada cuál hace. El domingo, el desafío estuvo a
cargo de Rebeca Canchani y Erik Rosado.
A la Deriva / de Jesús Miranda / ©Heriberto.Castro |
En
otra conspiración musical con la danza, A la Deriva nos
incita a seguir la secuencia de movimientos circense donde el
observador fluctúa entre el pensamiento serio y la locura de lo
absurdo. La pieza de Jesús Miranda (con colaboración de Roberto
López y Omar Nieves) tiene su comienzo en lo que parece ser un
nacimiento... ya sea de personaje o situación, el evento lleva a una
serie de cruces y marañas que dan la sensación de los desvíos que
la vida nos lleva aunque queramos caminos diferentes. Los sonidos en
vivo por el equipo electrónico de Mr. Danger (Proyecto Danger Garden) crea efectos de percusión que laten al unísono con la
vibración de los bailarines. Ante el hecho de la individualidad como
el conjunto tienen el mismo peso, destaco la originalidad del
vestuario diseñado por Roberto López para esta coreografía. Me es
necesario felicitar además la genialidad del final de la pieza la
cual no revelaré por respeto para el que no la haya visto le
sorprenda en su próxima puesta.
I Had to Crawl Out / de Gina Patterson / ©Heriberto Castro |
Desde
su inicio, la belleza visual es uno de los elementos más fuertes de
I Had to Crawl Out, de la coreógrafa Gina Patterson. Con
elementos tribales, la pieza nos transporta al mundo intimo de
nuestra consciencia utilizando la transparencia del vestuario como
punto de enlace. Las formas, de manera cuasi-mágicas, nos invita a
explorar nuestro lado femenino para encarar nuestros propios
impulsos, inseguridades y miedos. La pieza es una invitación a
abandonar nuestra zona de comodidad para evolucionar… con el dolor de los procesos y el regocijo de crecer aún ante lo crudo de la
vida. La renovación del alma es el desenlace inevitable al
confrontar las creencias que nos detiene el lado oscuro de nuestro
ser.
Ana V. Fridman en El Orden de las Cosas / Coreografía: Roberto Oliván / foto: ©Heriberto Castro |
Omar Nieves & Adriana Aybar / ©HC |
Acariciando
la misma temática con capas más complejas, la última propuesta de
la velada toca lo sobrenatural. El planteamiento del coreógrafo
español Roberto Oliván, El Orden de las Cosas, maneja una
gama de recursos para rasgar el incosciente e indagar el yo del ser
humano. Si la música en vivo de piezas anteriores tuvo su genial
encanto, Oliván la convierte en coreografía misma. Utilizando el
zumbido de una soga en movimiento, flauta indigena (siku) y
estacionandose por momentos en varios puntos para cánticos, Enrique Cardenas aparece del lado del público bajando las escaleras en
oscuridad, decretando en sala un ambiente solemne mientras marcha
hacia el escenario. Una vez en el proscenio, se acentuá los cánticos
indigena a capella para proceder a una secuencia de
movimientos con unas enormes lámparas que al bajar eran de por sí
una oda a lo desconocido. La música continúa rasgando lo esotérico
al unirse en planta alta William Cepeda y Gerónimo Mercado...
mientras la interacción de la matería luminosa con el bailarín da
inicio a una secuencia que nos introduce al mundo imaginario para
jugar con el pensamiento de nuestro subconsciente. Subconciente
quizás representado por un montículo de tierra depositado en una
esquina y de donde sorpresivamente sale del entierro uno de sus
personajes. Auxiliado por elementos de teatro, el parlamento estimula
conecciones que nos llevan a la reflexión... desde el conflicto con
la pareja y uno mismo hasta diálogos con el propio Cristo y sucumbir
a su misericordia; la mirada a las intenciones del hombre hasta su
capacidad para hacer sus sueños reales. Todo está en juego... la
vida misma y que hacemos aquí. El correr al revés (hacia atrás) y
el cargarnos los unos a los otros son elementos continuos de la pieza
enfrentándonos con lo que somos como conjunto social. El correr
desesperado en busca de quien soy mientras el mundo gira en su
incoherencia para terminar bailando al ritmo de nuestras
circunstancias es un visual extremadamente poderoso al terminar la
pieza con una tela bailando mientras es impulsada por el aire de unos
ábanicos. La maestría del coreógrafo para fundir elementos de
circo con la danza, música y teatro es motivo de celebración ante
su habilidad de ayudarnos a explorar nuestra consciencia al igual que
darnos el deleite de analizar nuestras propias contradicciones.
En
esta ocasión es palpable a través de las piezas y de su nombre*
CoDa21, tiene la intención de elevar el protagonismo de la
música en sus piezas abandonando su nicho de servicio al movimiento.
Esto en sí mismo es tarea admirable pues ciertamente el músico
tiene idioma propio, con conecciones diferentes e intangible para
muchos... pero evidente para todos. Aplaudiendo con admiración este
hecho, definitivamente la compañía tiene su gran reto... pero
talento sobra.
*coda:
(def.) Parte añadida al periodo final de una composición musical o
poética. (sinónimo) epílogo, final, estribillo
Jesús Miranda & Ana V. Fridman / El Orden de las Cosas / f: ©Heriberto Castro |
Miembros
CoDa21:
Denisse
Eliza
(Directora
Artística)
Rebeca
Canchani
Ana
V. Fridman
Vesna
Lantigua
Roberto
López
Jesús
Miranda
Omar
Nieves
Adriana
Aybar